¿Qué existe detrás del objeto? - Moda
y Schopenhauer - Indumentaria
de moda, sujeción capitalista a la vorágine de consumo - El
diseñador en las sociedades venideras - Prendas
transformables - Tipologías
de múltiple identidad - Moda:
Religión de la posmodernidad - El
rol de los diseñadores en la industria textil nacional - Filosofía
desde el placard. Modernidad, moda e ideología
El proyecto
de graduación titulado, Indumentaria, sus
posibilidades de función, realizado por la estudiante de diseño de
indumentaria y textil, Juana Arias, tiene como eje vertical, el abordaje hacia
una mirada profundizadora de las implicancias del objeto indumentario
circunscrito en el sistema de intercambio regente, donde la moda se instala
como fenómeno regularizador por excelencia.
Surge de una
necesidad por liberar a la indumentaria de aquel velo de frivolidad que la
opaca, en primera instancia se toma la acción del vestirse como construcción
compleja en tanto implica diversos planos del ser y donde el indumento acciona
como mediador y como canal.
La autora
del proyecto se acerca por un lado hacia el análisis de la moda como fenómeno y
mecanismo de sujeción y por otro al entendimiento del indumento como objeto
portable en el cuerpo. Hacer dicha bifurcación en el camino del estudio implica
diferenciar enfáticamente el campo de acción que tiene un diseñador de
indumentaria, dado que existe poco entendimiento en torno a lo que realmente propone
desde su acción creativa y cuales son sus alcances de modificación.
Los objetos
indumentarios se configuran como objetos de consumo dado que están inmersos en
el sistema capitalista de hoy en día, en el cual la moda influye construyendo
modelos e ideales a los que los seres humanos tienden y se adhieren en función
de pertenecer. Se hace un estudio en el que se aborda los poderes de la moda y
como acciona en la sociedad contemporánea, como surge y cual viene siendo la
magnitud de su poder, poniendo en evidencia su modo de intervenir en el sistema
de consumo y las razones de ser de la
misma, explicitando el lugar al que apunta.
Separar al
vestido de su calidad de objeto de consumo, permite acercarse a las razones de
ser del mismo, adentrándose en las caras más íntimas del ser humano en torno a
su forma de construir su universo vestimentario. Esto da paso también a
entender sus funciones primarias tanto de índole utilitaria como en su carácter
expresivo e identitario. Dado que en la especificidad del oficio de diseñador
de indumentaria y de textiles, se pudo vislumbrar todo el entramado que
sostiene a la profesión y mismo a la industria, se cree necesario hacer dichas
aclaraciones en las que la labor del diseñador tiene alta influencia en la
trama social, entendiendo que el vestirse encierra en su aparente cotidianidad
aspiraciones de lo profundo en varias de sus clasificaciones, se propone una
mirada rectora de la labor del diseñador, donde deja de ser un mero propositor
de estilo, para configurarse como un agente reflexivo ante las acciones de las
personas y de cómo se maneja el mundo.
El diseñador
es constructor de modos de ser, su alcance no se limita a construir ornamentos,
ni a perpetuar vicios del mundo de hoy, tiene poder de cambio y de influencia
en las preferencias de las sociedades. Se configura como sujeto que se nutre
del otro para dar sentido a su razón de ser, atiende a las maneras en las que
actúan las sociedades con el fin de transformar el entorno y convertirlo en
algo mejor de lo que ya es, tiene la capacidad para enfrentar las problemáticas
que se dan entre el sujeto y su contexto, proponiendo objetos que hacen de esta
dialéctica un fluir mucho más exitoso, debe ser un profesional que se empodere
de dicha visión y haga de su actuar, la más elevada proposición, tanto artística
y estética, como de reflexión y comunicación. Un diseñador de indumentaria no
diseña ropa o géneros exclusivamente, propone modos de interacción, entre el
cuerpo y el objeto indumentario, entre el sujeto y su entorno, entre el sujeto
y los otros, entre la sociedad y los objetos, entre los modos de sentir y los
modos de consumir.
Producción
de contenidos curriculares
En cuanto a aportes académicos y
profesionales, el Proyecto de Graduación terminó siendo una construcción de
conocimiento que abarca conceptos filosóficos, sociológicos, ecológicos,
históricos, psicológicos, económicos, y por supuesto de diseño.
Viene siendo una conjunción de
disciplinas en pos de construir una mirada regente en la labor del diseñador,
un entendimiento global de los conocimientos necesarios para poder ejercer la
acción de diseñar. No se trata de un hecho aislado en el que se pueda
prescindir de dichos conocimientos, pensar esto sería reducir el acto de
diseño, en un mero regodeo estilístico, para lo cual no se necesita ser
diseñador.
Entender la competencia de otras
disciplinas en el campo del diseño, es algo de suma importancia, la
construcción del entendimiento del sujeto para el cual se pretende diseñar, y
como se configura el contexto en el que se ve contenido, es lo que hará de la profesión un verdadero
estudio profundo de diseño, cosa que probablemente suceda en otras ramas del
diseño con mucha más frecuencia que en la del diseño de indumentaria.
Las cátedras de diseño, desde sus más
primarios estadíos deben hacerse de miradas reflexivas frente a su labor,
pensar al otro no solamente como un consumidor, sino como un usuario, como un
humano. El diseño es una acción meramente humana.
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